¡Qué proyecto más interesante! y también… ¡Qué difícil!
Y su dificultad consiste, sobre todo, en mantener la disciplina diaria de hacer fotos durante los 365 días de todo un año. Y cuesta mucho, lo puedo asegurar, porque a lo largo de un año surgen montones de situaciones que dificultan el cumplimiento del propósito inicial. Pero ha merecido la pena. Es un gran ejercicio en el que se aprende mucho y se afianzan los conocimientos adquiridos. Yo he interiorizado conceptos básicos y empiezo a sentirme dentro de la familia fotera. Mis fotos del año no son «las fotos del año», pero tengo la satisfacción de haber superado el reto.
Fascinating collage!
Gracias, amiga!